Canqueto Norte 08 Dia 4 San Pedro - Salta

Dia 4

Amanecimos en San Pedro de Atacama cargados de buenas vibras.
Luego de un desayuno muy familiar en la Quinta Adela que incluyó huevito revuelto en una pailita individual nos montamos en nuestros corceles y nos encaminamos a la Aduana de San Pedro de Atacama. Hechos los trámites de rigor, iniciamos viaje hacia el altiplano. La subida, relativamente acentuada, complicaba un poco el manejo, ya que en 5ta no se la podía muy bien la moto y en 4ta quedaba algo sobrerrevolucionada.
Al poco andar el paisaje era realmente fantástico; nos encaminábamos hacia el volcán Licancabur ( 5900 mts ) y pasamos por sus faldeos rodeándolo parcialmente hasta lograr llegar al altiplano ( aprox.4800 mts ). El colorido de los cerros incluía tonalidades arcillosas, ocres, cafés, rojos, violetas, etc. que se combinaban de manera perfecta con algunos pastizales amarillentos. De vez en cuando una laguna de colores verdes y azulozos con sus bordes congelados. También algunos auquénidos se asomaban al camino a saludarnos aunque nunca supe si eran vicuñas o guanacos. El frío era cosa seria y nos afectaba sobre todo las manos. Aquí nos detuvimos un momento para estirar las piernas, calentarnos un poco las manos y reabastecer nuestras motos con bencina que llevábamos en unas botellas.
Luego de aprox. 160 km y de un suave descenso llegamos a la Aduana Argentina en el paso Jama. Aquí hacía mucho frío y la altura se hacía notar ( por lo menos yo sentía que respiraba mucho más seguido y tenía taquicardia ).
En el lado argentino el paisaje altiplánico era similar, y luego descendimos por un camino sinuoso hasta el pueblo de Susques, un pequeño caserío altiplánico como tantos otros por los que pasamos, pero que tiene el mérito de tener bencina.
Una vez reabastecidos continuamos viaje sin comer nada y me atrevería a decir que sin tomar ni agua. Nuestro destino era el pueblo de Purmamarca.
El camino era más sinuoso con cierto grado de descenso, pero de pronto hubo que subir otra cordillera bastante alta. Al iniciar el descenso vi los burros negros que tanto había anunciado el Willy el día anterior ( era beldá, dije hacia mi interior ).
El camino luego se empezó a complicar con una bajada de curvas en 180 grados o más con un paisaje grandioso. No las conté una por una pero estimo que deben haber sido unas 100 ( como bajar 2 veces Farellones ) para que se formen una idea.
Finalmente Purmamarca, un pequeño pueblito pintoresco con algunos hoteles pequeños, destinados mas bien a la tercera edad, con lindas vistas a la montaña.
A esas alturas como a las 16 hrs estábamos muertos de hambre, buscamos un restaurant, pero no había un buen lugar para dejar las motos, así es que Willy decidió continuar viaje hasta Jujuy, unos 60 km más, donde tendríamos mejores posibilidades.
El camino muy bonito, de montaña descendente y curvas suaves.

Llegamos a San Salvador de Jujuy como a las 17 hrs y entramos al centro donde nos agarramos un taco de miedo y donde nuestras motos hervían junto a otras presas de nuestra anatomía. Para más peor, tampoco encontramos un lugar apto para comer y nos viramos nada menos que a Salta entrando ya la noche.
En Salta ubicamos el lugar donde ibamos a alojar el día siguiente, que quedaba en el otro extremo de la ciudad y finalmente nos instalamos, estabamos muertos.
Salimos a comer a un restaurant donde nos atendieron muy bien, y como dice el dicho, guatita llena, corazón contento…. Y sería todo por este día.

Las fotos... AQUI


Eduardo Vera