Canqueto Norte 08 Dia 2 Copiapó - San Pedro

Dia 2

00:00 hrs del 2° día, todos duermen raja - raja - raja después de los 881 kms oficiales de la ruta (unos 890 kms. desde nuestras casas more or less) del día de ayer.

04:15 hrs suenan los primeros celulares/despertadores y se inician las duchas, para proceder a la limpiadita oficial de las motos, cargar los equipajes y tomar desayuno a las 05:30 hrs.

Durante el desayuno nos enteramos que jagüayan había dejado su celular mal programado y al sonar durante la noche, se puso a despertar a sus compañeros de pieza apenas transcurrida un par de horas de sueño, no faltaron los que pensaron !putas que estoy cansado a pesar de haber dormido!, sin saber que les quedaba toda la noche aun....

05:51 hrs empiezan a rugir los motores y minutos después, antes de la madrugada ya estábamos saliendo de Copiapó. Enfilamos a la Copec de turno para abastecernos del muy necesario combustible.

06:15 en la carretera, cielo totalmente despejado con bastante frío, y para evitar la "weaa" costera, salimos rumbo a Paipote para transitar por el desierto hacia el norte. Aquí nos acompaña un extraordinario amanecer mientras recorríamos los kms que nos separan del pueblo Inca del Oro, con continuación a Diego de Almagro, donde nos detuvimos para recargar combustible, vaciar los tanques de lastre (forward peak tank como se conoce en shipping) e hidratarnos un poco.

Después de unos minutos de descanso. Bajamos hacia la costa, camino a Chañaral pasando por El Salado, para empalmar con la ruta 5 Norte y seguir rumbo a Antofagasta. Aquí el rey sol ya nos acompañaba y entibiaba el ambiente un poco. "Enllegando" camino a Chañaral unos amagos de "weaa" costera, no pasan a mayores.

Otra carga de combustible en Agua Verde (o Aguas Verdes como dicen algunos). Pasados otros ciento y tantos kms otra parada en el camino para estirar las piernas y alivianar las ropas ya que la temperatura iba “in crescendo” rápidamente, así tipo 13:00 hrs llegamos a las afueras de Antofagasta después de unos 560 kms recorridos y entramos a la Copec mas sucia que he visto en mi vida. Al tener las cementeras al otro lado del camino, el polvo blanco lo tiene todo, léase todoooo cubierto, hasta los perros callejeros que circulan por allí.

Tuvimos la gran cueva de coincidir con varios buses cargados de militares quienes a su vez tuvieron la gran idea de llegar a la misma hora que nosotros a la Copec, y de usar todos juntos el baño y de entrar todos juntos la pequeña - pequeña Pronto Copec. Así que después de interminables colas logramos hacernos de un sangüchito y una bebida para recuperar energías.

Jagüayan empezó a hacer unas imitaciones muy buenas de "ordenes militares", asi que ante el riesgo que un grupo de ellos le sacaran la cresta por gracioso, concluimos con Willy que: 1ro seria mala idea tratar de defenderlo y que por lo tanto: 2do sería bueno abandonar el lugar. Como dice el dicho “soldado vivo sirve para otra guerra”. Asi que le salió el típico "vamos niñoooos"!!! y emprendimos la salida para continuar rumbo al norte.

Los camioneros y la gente en la ruta - muy chora - saludaban constantemente; la excepción - que siempre existe - fue un camionero ahuevonaoo que tiro un cuesco de algo por la ventana tratando de pegarle a Willy, fallando, pero golpeándome en el casco. A las velocidades sumadas (la del camión y la mía, unos 190 kms/hr en total) el cuesco pegó como una piedra, pero como hacia tanto calor y yo iba dormitando, no me di cuenta y me sirvió para despertar.

Pasamos por Baquedano y después hicimos otra parada para mas para seguir alivianando la ropa, no se si fue en Carmen Alto o Sierra Gorda, pero fue en ese barrio en todo caso. A esta altura ya hacían fácil unos 31°C. No faltaron los que andaban con tres pares de calzoncillos térmicos que no tuvieron empacho para empelotarse en la mismísima calle y así quedar con las partes y piezas mas "fresquitas"......

Como es habitual en los paseos, alguien siempre se acercaba a preguntar a donde íbamos, cuanto valen las motos, cuanto corren y si el Coco estaba en el grupo......

Continuamos hasta Calama donde reaprovisionamos de combustible para seguir a San Pedro de Atacama.

La entrada a San Pedro es alucinante, pasando por las afueras del Valle de la Luna, la Cordillera de la Sal y con el Licancabur al frente. Un cielo totalmente despejado y azul nos acompañaba.

Un poco antes de las 17:00 hrs llegamos a la Quinta Adela, nuestro lugar de reposo, después de haber recorrido unos 900 kms.

Aquí los mas fanáticos - e inexperimentados viajeros del desierto - se pusieron a lavar sus motos, aprovechando la luz de día y para ahorrarse la lavada de la mañana siguiente. Mientras Willy, Pancho y Gonzalo miraban cómodamente sin decir nada. Después supimos, craso error, el polvo de tierra abundaba.....

Una duchita y salimos a comer a "downtown Saint Peter of Atcama” a una picada recomendada por la simpática hija de Joel que gentilmente había coordinado para nosotros. En el trayecto, por lo locales que venden turs a cualquier parte con nombre espacial, entre los locales de artesaní andina y uno que otro restaurant/pub/bar se escuchaba todo tipo de idioma: ingles –con sus distintos acentos-, francés, alemán, italiano, portugués, catalán, danés, español-español, y uno que otro oriental. Al llegar al restaurante, nos dimos cuenta que Manuel se nos quedó en el camino....en realidad nunca llegó....pero igual disfrutamos de unos pisco sour y nos tomamos una reponedora sopita de choros + un salmón a punto de plato de fondo.

Mientras Joel se sacaba fotos con un amigo perruno que hizo en el restaurant, y cuando el calor de las fogatas ya no era suficiente para paliar el frío de la noche norteña que ya se dejaba sentir en su plenitud, tipo 21:00 hrs enfilamos de vuelta a descansar. No faltaron algunos que se embalaron y partieron de juerga a otro restaurant/pub/bar a tomarse un bajativo. Osea un tecito, con un postre….

Los trasnochadores llegaron a las 22:13 hrs para acostarse a dormir, ya que nuevamente todos estábamos: raja - raja - raja.

Las fotos... AQUI

Pedro Pablo Rioja