La Vuelta en U

Bajo un cielo esplendoroso comenzaron a rugir los motores, ya eran las 10 AM en punto, los pilotos ya dejaban de bostezar y la cafeína comenzaba a tomar efecto.
Una docena salio de la Copec: Eduardo Tapia (nuevo miembro del Canqueto…bienvenido!), Edgar, Cesar, Jose Manuel, Paco, Willy, Fraga, Haguayan, Doc, Joel, Claudio y Paul.
El capitán de ruta había trazado el camino que nos llevaría a Matanzas para un rico almuerzo de mariscos y otros frutos del mar en nuestro restauran favorito, ese con la vista espectacular del océano Pacifico arriba de un acantilado.
La salida de Santiago fue tranquila y ordenada, conectamos con la Autopista del Sol y apuntamos hacia el poniente a un ritmo rápido pero controlado ya que no queríamos desperdiciar las horas de luz que son tan escasas en esta época. Pasado Melipilla comenzamos a sentir que la temperatura bajaba levemente y cuando estábamos por llegar al peaje apareció la famosa “vaguada costera” que parecía una cortina densa de humo blanco. El capitán de ruta, como buen administrador de presupuestos se dijo a si mismo: “nica que pago peaje pa’ meterme en una nube helada”, y decidió virar en U y devolverse por la Autopista Del Sol hacia el Oriente buscando el calor del rey Sol.
Entonces…como buenos Canquetos, ya habíamos recorrido 140 kilómetros y todavía estábamos en Santiago. Pu’ la Huea’, nos habíamos comido más de medio estanque y estábamos casi en donde comenzó el paseo, y como la bencina esta tan re barata nos miramos todos y sonreímos por que igual lo estábamos pasando la raja.
Bueno, para el Norte partimos porque alguien dijo que en el Norte siempre hay sol y el capitán de ruta dijo también haber escuchado algo así, y como la democracia dice que dos es mayoría para allá partimos.
Que haríamos sin tecnología…me pregunto yo, porque a uno de los inteligentes del grupo se le ocurrió usar su teléfono móvil para llamar al restauran Torofruit y dio ordenes que tendieran la mesa para una tropa de 12 nómades con mucha hambre y poca plata. El almuerzo estuvo bueno y entretenido, los platos abundantes y la conversa estimulante.
Regresamos por la 5 norte rumbo al sur, tomamos un desvió hacia Chicuereo y conectamos con la ruta Los Libertadores para llegar a nuestro destino de “onces” en la pica’ “Te con Te” ubicada en la laguna de Piedra Roja. Que rico es el te en ese lugar cuando lo prepara Bernardita, lo sirve Heidi mientras la Claudia admira nuestros corceles de acero con unas ganas de montarse en uno de ellos. Las Niñas posaron para fotos con el grupo y pidieron nuestra cooperación para el desfile de modas que tendra lugar durante la primavera.
El día termino con la subida por Piedra Roja el abrazo de despedida a la entrada de la Dehesa, y calabaza, calabaza…
No se sabe cuantos kilómetros oficiales recorrimos porque no me quedo claro si los primeros 140 se incluían, ya que después de todo ese andar todavía estábamos en Santiago.

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