Diario de una motocicleta. Capítulo 4. Marbella

Como muchos de Uds. saben estuve fuera de circulación por unas tres semanas en que se habló de todo acerca de mi conducta; que salía en las noches, que me habían visto en Los Andes y qué sé yo. La verdad es que permanecí en una especie de claustro esperando el regreso de mi amo.
Y tenía todas las esperanzas de encontrármelas a todas en el paseo del Sábado, pero no; faltaron algunas importantes para mí, como la desenfadada, en que su amo andaba en Mendoza y la de los cirujanos que andaban por su cuenta, celebrando el día del médico anticipado, a quienes a propósito desde esta columna les hacemos llagar nuestro cariñoso saludo.
Salimos desde la Copec a las 10 A.M. como estaba previsto, once motos algunas con copiloto y con alguna novedad, como fue la incorporación de la Naranja Mecánica, tripulada por Soledad, que resultó ser una avezada motoquera y un encanto de compañera de viaje y la flamante copiloto de jornada completa: Franca escoltando a Panchito, que fue también más que un agrado tenerla entre nosotras. Alejandro y Verónica siguieron con el Canqueto por una segunda vez y ojalá que sean muchas más y el resto: Daniel, Uranga, Raúl, Rafael, Pancho, Carlos C., Red y Candy, más mi piloto. Faltaba Willy Q. que se nos uniría en algún lugar del camino, lo que finalmente hizo junto a Gianni en Marbella mismo. El camino se puede seguir mediante el mapa que encabeza el sitio de las fotos: ruta 5, cuesta El Melón, bajada a Papudo, Zapallar, Cachagua, La Laguna y por una iniciativa del piloto de la Clota logramos bajar a Maitencillo y ver el mar de cerca: qué delicia; gracias Pancho por el consentimiento (menos mal que no había llegado Willy todavía). Tal como estaba programado llegamos al Club Marbella en donde una vez más nos dejaron afuera, pero esta vez muy bien aparcadas para nuestro lucimiento ya que una gran cantidad de gente que llegó al matrimonio de una hija de Juan Carlos Latorre y Ximena Rincón se desarrollaría en dicho lugar (ver fotos).
Durante el exquisito almuerzo a sólo $ 7.000 p.p. Candy con su tradicional gentileza regaló Campanas Guardianas a los nuevos integrantes: Soledad, Alejandro y a mi piloto para seguir con la tradición Harley.
Después de almuerzo algunas fotos con los novios e iniciamos el regreso por Valle Hermoso, camino a Quillota, Limache, Olmué, La Dormida y cuando habíamos pasado Til Til, la moto azulita de Red, se le ocurre pinchar la rueda trasera, para colmo con rayos. Vi cómo le metían un juguito blanco varias veces; el neumático crecía un poco, le reemplazaron piloto por uno más flaquito, Carlos y aún así apenas llegamos al cruce con la 5 Norte. Y aquí algunos consejos: nada, pero nada sirve como asistencia en ruta: la tienda tenía su camioneta buscando a otra moto en pana y el Seguro Interamericana de Red, con sus cuotas al día y todo, después de un empadronamiento interminable concluyó que ese servicio en particular, de mandar una camioneta a buscar la moto en pana no estaba incluido (ténganlo en cuenta para eventuales futuras decisiones). En definitiva, lo único que funcionó una vez más fue la solidaridad del grupo, la iniciativa del líder, la colaboración de todos y una camioneta fletada en la comarca. Finalmente la moto azulita de Red viajó cómodamente sobre el pick up de una camioneta roja que la trasladó hasta la tienda, en donde quedó con su rueda bastante dañada, cerca de la hora de cierre, como a las 8 de la noche.
Lindo viaje, feliz reencuentro y encantada de haber conocido motos nuevas.
Un saludo desde esta tribuna a quienes están viajando al encuentro de Punta del Este y a quienes parten este Viernes al Sur de Chile y Argentina.
Nos vemos el Sábado que viene, con eo, eo, eo en la noche.
NAOMI, la intachable.