DIARIO DE UNA MOTOCICLETA. Capítulo 3. La Pólvora

Y el líder, desde su lecho de enfermo, se pronunció el Sábado en la tarde, vía este Blog, con un rotundo: Pichidangui: qué estupidez! Y todos los leales Canqueteros dijeron: bueno ya! vamos a otra parte. Serán de obedientes? Total a mí me importa re poco pa? donde vamos, siempre que sea entretenido y ojalá veamos el mar y éste paseo lo tuvo todo. Llegaron las dos rojitas: la desenfadada con su piloto Ramón T. y la otra, la ancha de caderas, la del Chauán, que le dicen, pero ésa se devolvió a mediodía. El líder llegó a controlar la partida pero en auto. La Vikinga no llegó y se le extrañó de nuevo. Y los de siempre: Carlos C., Daniel H. (el mismo), Marcelo del R., Eduardo M., Luis L., Pancho B. Y nosotros con mi piloto que cada vez me monta mejor. Nos fuimos por Costanera Norte hasta la ruta 68, hicimos una corta entrada por La Vinilla, pasamos por la Viña William Cole y volvimos a salir a la 68 a la altura de Casablanca. En lo Orozco nos dejaron, Guillermo Ch., Marcelo, Eduardo y Luis. Desde allí hasta la bajada a Valparaíso por el camino de la Pólvora, Playa Ancha y borde costero hasta Higuerillas. Pero en el camino pasó algo que a mí me gusta mucho: jugaron a las cambiaditas con las motos, y todos se veían re contentos y yo estaba esperando que me tocara a mí, pero hoy fue distinto: el propio Dr. Campos, quien lo podría imaginar, se acercó y se ofreció a montarme por un tramo; se nota que es traumatólogo porque me examinó entera durante el corto trayecto.
En el restaurante Albatros se nos unió Gianfranco G. con dos amigos más en BMW quienes viajarán a Cuzco muy pronto; suerte y qué envidia.
El regreso, por Viña, una corta parada en Reñaca, Troncal sur hasta Olmué, cuesta La Dormida, Ruta 5 norte, Vespucio norte, Costanera Norte, para terminar en la Copec con un último café de despedida, en donde adivinen quién estaba allí, controlando de nuevo: el líder en su Dama Blanca.
Un paseo espectacular que difícilmente olvidaremos, con nuevas rutas en ciertos tramos, túneles, cuestas, clima fantástico y la amistad que sigue reinando en el grupo.
Hasta la próxima, y si estuve fome es por el cambio de horario.