domingo, junio 08, 2008

La vida sigue...

Fue una despedida emotiva.

Llegamos 15 motos a despedir a Raul y a dar nuestro apoyo a sus familiares y amigos.
Despedir a un Harlista es siempre sobrecogedor.

Nuestro apoyo a Raul Villagra, amigo de juventud de Raul Soto.

Santiago es una ciudad agresiva para los motociclistas, pero SIEMPRE el culpable es uno mismo. Exceso de confianza, no estar atento, descuido, etc.

Uno y nada más que uno es el responsable.

Ahora... la vida sigue.
Cuidémosnos a nosotros mismos. Especialmente los que usamos nuestras motos como medio de transporte diario.

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