lunes, mayo 01, 2006

PICHILEMU 2006

(por Claudio Rubio)

Tuvo de todo: unos $400.000.000 y 14.000 Kgrs en motos, buena organización (felicitaciones Lucas, Claudia y tienda en general), nutrida concurrencia (alrededor de 50 motos y de 60 personas), caras y motos nuevas, mucha participación, estupendo clima (soleado los 2 días), buenas rutas (y diferentes de ida y de regreso), descentralización (participó gente de Concepción, Los Ángeles, Rancagua), alojamiento y comidas razonables para el precio, buena música (hasta escuchamos Born to Be Wild), amistad (como siempre fortaleciendo la antigua e iniciando nuevas), hasta perdidos en el camino, etc.
El mapa de las fotos de Pancho ayuda a explicar el paseo. Salimos de la Esso de Vespucio con Vitacura a las 09.30, vía Costanera Norte, Vespucio, y Autopista del Sol, hasta Melipilla. De allí por el bypass hacia Rapel y la represa en donde nos detuvo un ?amigo en su camino? para pedirnos la licencia de conducir a todos; uno por uno, pero sin siquiera poder identificar nuestros rostros ya que la mayoría andábamos con casco integral (?) (unas ganas de gritarle ahueo.....). Una foto desde la altura de un poste (ver foto de Lucas en esta actividad) y seguimos camino vía Litueche, en donde nos detuvimos para que algunos cargaran bencina. Desde allí y sin nuevas detenciones hasta Pichilemu en donde nos esperaba un día radiante y el tradicional almuerzo en el REX. En la tarde un corto paseo a Punta Lobos y de regreso para esperar la cena a las 21.30, amenizada por el mismo entretenido cantante del almuerzo, apoyado con música envasada (background).
De la noche no voy a reportar nada, porque no tuve coraje para seguir a los carreteros de siempre por la bohemia local. Sólo al día siguiente el uso de Visine y Red Eyes, y el alto consuno de Cachantún, Energy y Battery les delataba.
El Domingo nos encontramos con la novedad que un auto, durante la noche, había chocado a todos los autos estacionados enfrente del Hotel Chile-España, en donde alojaba un importante grupo de harlistas y donde tuvimos estacionadas nuestras motos gran parte de la tarde. Afortunadamente, y gracias a la experiencia del año anterior, para la noche habíamos decidido estacionar todas nuestras motos en el corral del Hotel REX en donde quedan más protegidas y cuidadas; en buena hora lo hicimos así.
Desayuno entre 09.30 y 10.00 A.M. y la foto oficial del encuentro de espaldas a la playa, sobre nuestras motos ya cargadas, para iniciar el regreso.
Aquí ocurrió algo inesperado, porque terminada la foto y sin mediar nada, un importante grupo de motoqueros partió a gran velocidad hacia un destino desconocido. Nadie sabía para dónde iban pero terminaron nuevamente en Punta Lobos. Yo aquí, desde esta humilde columna me pregunto, ¿les guiaba acaso el gringo Lewis Byrd o el español Jorge Aubinel? Porque para ningún chileno es desconocido el hecho que el Pacífico debe quedar a la izquierda si uno viene hacia el norte; pero para ellos el mar estaba a la derecha, es decir iban hacia el sur. Les habrá hecho mal el sandwich del desayuno, o el jugo de naranja, o se la creyeron con los flashes de los varios fotógrafos que nos enfocaban con sus cámaras? Amigas y amigos, especialmente para los nuevos, un consejo: si no quieren perderse en el futuro sigan siempre al Canqueto o al menos busquen a un líder creíble y nunca le sobrepasen.
Después de varias maniobras, llamadas telefónicas y el regreso de Pancho Badía a buscarles, logramos reunirnos hacia la salida norte de Pichilemu. Con los miembros del Canqueto a la cabeza nos dirigimos nuevamente hacia el Lago Rapel (Restaurante Sanny). Muchos habían decidido otras rutas e itinerarios por lo que el grupo estaba sensiblemente más reducido. Dos detenciones en el camino, una para reagruparnos nuevamente y en donde algunos hicieron combustible, y otra más entretenida para dejar pasar una carrera de bicicletas en un cruce, nos hicieron llegar al almuerzo alrededor de las 1 de la tarde. Bajo un toldo nos esperaba la típica empanada de pino con un vaso de tinto y después pasamos al comedor por el plato principal, los tradicionales pejerreyes con puré o chilena, a elección.
Después de almuerzo algunos reanudaron rápidamente el regreso y el resto nos quedamos por un rato largo descansando, tendidos al sol y disfrutando de algunas acrobacias por parte de los Drago, padre e hijo.
Una inteligente decisión del líder del Canqueto nos hizo encolumnarnos de regreso por el camino más atractivo y diferente, hacia Las Cabras, Coltauco, Doñihue, San Fco. de Mostazal y la Ruta 5 sur. Aún cuando es más largo el camino que hicimos, no salimos acaso a andar en moto?
Hasta la próxima y no se pierda los concursos que habrá en la semana.

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